El DMT, también conocido como dimetiltriptamina, es una sustancia psicoactiva que se encuentra en varias plantas y animales, y ha sido objeto de estudio en la psicología moderna debido a sus efectos psicodélicos. Aunque la investigación sobre el DMT es limitada debido a su estatus ilegal en muchos países, los experimentos actuales están explorando los efectos del DMT en la cognición, la emoción y la percepción.
Uno de los experimentos más conocidos sobre el DMT fue llevado a cabo por el psiquiatra Rick Strassman en la década de 1990, quien administró DMT a voluntarios y documentó sus experiencias. Los participantes reportaron experiencias místicas y profundas, incluyendo la sensación de viajar a otras dimensiones y de comunicarse con seres no humanos.
Más recientemente, la investigación ha explorado los efectos del DMT en la ansiedad y la depresión. Un estudio encontró que el DMT redujo los síntomas de ansiedad en pacientes con trastornos de ansiedad generalizada. Otro estudio encontró que el DMT podría tener efectos antidepresivos al aumentar la proliferación de células nerviosas en el hipocampo, una región del cerebro asociada con la regulación del estado de ánimo.
Además de la ansiedad y la depresión, la investigación actual también está explorando los efectos del DMT en la cognición y la percepción. Un estudio encontró que el DMT aumentó la creatividad y la imaginación en participantes. Otro estudio encontró que el DMT aumentó la percepción del tiempo y la intensidad emocional en participantes.
Es importante tener en cuenta que la investigación sobre el DMT es limitada y que su uso ilegal en muchos países limita la capacidad de los investigadores para realizar estudios rigurosos. Además, la experiencia del DMT puede ser intensa y potencialmente peligrosa en ciertos contextos. Por lo tanto, se recomienda precaución y supervisión médica adecuada para aquellos que eligen experimentar con el DMT.